Para todas las niñas y mujeres que piensan que son muy pequeñas para hacer algo grande: Desde AlNisá, os recomendamos un libro escrito por María Castro Serantes titulado ‘Resistencias. Historias de mujeres que cambian el mundo’ (editorial Casasola). Una obra donde se rinde homenaje a todas las mujeres del mundo que luchan por una sociedad mas justa, y una planeta mejor.

María Castro Serantes : ‘Resistencias. Historias de mujeres que cambian el mundo’

A través de relatos personales, la autora recoge historias de mujeres de lugares muy distintos y lejanos. Gracias a este libro podemos conocer la lucha por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así que las historias de mujeres emprendedoras, abogadas de Derechos Humanos, Activistas que arriesgan todo para que muchas personas puedan vivir con mas seguridad y derechos.

Prologado por la periodista y escritora Sarah Babiker, esta obra nos permite conocer mejor el activismo feminista en Mauritania, Honduras, México, España y Portugal. Una obra imprescindible para empoderar a todas las mujeres, independientemente de su lugar de nacimiento.

Este libro se puede adquirir a través del portal https://libros.cc y en Amazon.

Si queréis saber más sobre ‘Resistencias’ aquí os dejamos este video:

María Castro Serantes titulado ‘Resistencias. Historias de mujeres que cambian el mundo’

Según la autora, hay que contar las historias de estas héroes desconocidas y darles voz, porque pueden ser una inspiración para muchas mujeres por todo el mundo. Aquí os dejamos extractos del blog de Maria Castro Serantes para dejaros con las ganas de leer el libro.

LA HISTORIA DE MEKFOULA BRAHIM

MAURITANIA, por MARIA CASTRO

‘Mekfoula desprende fuerza y transgresión.  Transgrede con su forma de hablar apasionada ante cualquier público, con su forma de estar, de vestirse, de osar hablar de religión y de colonización ideológica  en un entorno en el que va a contracorriente. Mientras es mainstreaming hablar de los males de occidente y su ataque al Islam, ella se centra en criticar la entrada con fuerza del Wahabismo en Mauritania y los rápidos cambios que causa, especialmente en la vida de las mujeres. Mekfoula nació en los años 60, “no conozco la fecha de nacimiento, porque mi padres no sabían leer. Creo que nací a finales de los 60, 68 o 69”. Calcula que tiene 48 años. Pertenece a la tribu Awlad Ghaylan, tribu de guerreros. Madre de un hijo; divorciada 4 veces.

Nació en un pueblo llamado Tawaz, cerca de Atar, en el Adrar de Mauritania. Tiene 3 hermanos y 3 hermanas de la misma madre y padre, ella es la penúltima. “Cuando era pequeña vivíamos en una tienda, nos desplazábamos mucho, cada 2 o 3 meses siguiendo el agua. Somos nómadas, teníamos camellos”. Recuerda de esa época los juegos con las mujeres de su comunidad. “Yo he sido siempre la excepción de mi familia, la que hace todo lo diferente. Nací así, reivindicativa, diferente”.

Fotografía sacada del artículo: http://www.mozaikrim.com/2014/12/mekhfoula-mint-brahim-biologiste-et-activiste-la-juste-de-l-adrar.html


De niña le practicaron la Mutilación Genital Femenina, como a todas las mujeres de su familia. Ahora de adulta lee esta violencia como un medio para aterrorizar a las mujeres desde que son pequeñas y potenciar su sumisión. “Lo hacen para disminuir la fuerza de las mujeres; creen que es el clítoris lo que nos da la fuerza, que juega un rol fundamental sobre la personalidad de las mujeres, no sólo para las relaciones sexuales. Cuando era pequeña, 4 o 5 años, mi tía me decía «no hemos cortado todo bien, si te portas mal vamos a cortarte todo». Siempre me asustaban con eso, mi madre me dice todavía que si hubieran cortado más, sería tranquila. Ese miedo que te meten cuando eres niña juega un papel sobre tu personalidad, para que hagas todo lo que te dicen”


Sus padres se separaron cuando ella era una niña; tiene 7 hermanos y hermanas de posteriores matrimonios de su padre y una hermana de posteriores matrimonios de su madre. “Fue mi madre quien se quiso divorciar. Creo que le vio con otra mujer, discutieron y ella se fue. Así es aquí, un día te levantas, dices que te quieres divorciar y te vas. Si el hombre quiere aportar, lo hace, sino no, nada. No se sigue la ley. La tribu se ocupa de la mujer y los hijos”.


Su madre se fue a Atar y después a Zouerat y se casó con otro hombre. Tras esto los hermanos/as se repartieron entre su madre, su padre por un breve período de tiempo, su abuela y su tío. Con el tiempo, terminaron viviendo todos/as con su madre.

Ella  se quedó con su abuela hasta que ésta estuvo muy mayor y se fueron a Zouerat con su madre, donde permaneció hasta irse junto a sus hermanas a  Nuadibú a vivir con uno de sus hermanos, que regresara de estudiar en Francia. “Mi madre decía que no le hacíamos caso, que tenía miedo de que un hombre nos llevase. Es la tradición, él se hizo cargo de nosotras”. En Nuadibú estudió hasta 1989, que terminó su bac y viajó a Argelia a estudiar Biología. Allí vivió hasta 1993, que regresa a Mauritania tras finalizar sus estudios.’ 

Desde que aparece en la vida pública, Mekfoula es fuertemente criticada por algunos sectores sociales, en ocasiones incluso por mujeres mauritanas que comparten preocupaciones con ella pero que consideran que esto debe hacerse siguiendo las reglas sociales, al menos las religiosas. “Las activistas dicen lo que la gente quiere oír, son como la gente quiere que sean, yo no quiero eso, quiero mostrarme como soy, como vivo”.El problema es que, como denuncia Mekfoula, los códigos sociales y religiosos se están recrudeciendo en el país, especialmente para las mujeres.

 “Las mujeres en Mauritania tienen una mentalidad antigua. Incluso las comprometidas con los derechos de las mujeres ven a las otras mujeres como sus enemigas. Este es el principal problema, la mentalidad social. Casi siempre quieren estar solas en la luchas o teniendo detrás al resto, tenemos siglos entre nosotros y el resto del mundo….

Mariem Daddah comenzó a cambiar la mentalidad; en su época las mujeres eran más evolucionadas y comprometidas que ahora. Pero con los sucesivos golpes de estado militares Mauritania fue marcha atrás. Solo hay que ver las fotos de esa época. Esta mentalidad que los islamistas están imponiendo, diciéndonos «la vida no vale la pena, hay que trabajar para la vida tras la muerte » lo va cambiando todo. Si esto desaparece la gente empezará a pensar en la vida, a vivir. Si desaparecen guardaremos la vida”.