Nahla es ingeniera, madre de cuatro hijos, deportista, amante del desarrollo personal, árabe Iraqí y musulmana. No ha tenido ni mucho menos una vida fácil. Lleva unos años en España donde está intentando volver a empezar una nueva vida junto a sus hijos.

En 2016 esta ingeniera química abandonó su ciudad, Bagdad, después de que sus cuñados fueran asesinados debido a la situación de inestabilidad que vivía Iraq. Tras un durísimo periplo por los campos de refugiados, Nahla y su familia llegaron en 2017 a Madrid en calidad de refugiados. Agradecemos a esta valiente mujer su testimonio.

Soy Nahla, soy de Iraq, nací y crecí en Bagdad. Ahora vivo en Madrid junto a mis cuatro hijos. Estudié Ingeniería Química y fue profesora de instituto. Me gusta el arte, el deporte y la repostería. Yo, al igual que mis hijos, estamos intentando mirar hacia adelante y olvidar las pesadillas que hemos vivido.

Me gusta mucho desarrollarme, aprender cosas nuevas y útiles para poder contribuir a la sociedad y encontrar empleo. He recibido varios certificados del curso superior Técnico de Mediación Intercultural e Intervención Social con Personas Migrantes, diploma de Mediación Familiar, y de Mediación Comunitaria.

¿Cómo está siendo tu vida en España?

Mi vida hoy es difícil pero está mejorando gradualmente porque vivo sola junto a mis cuatro hijos en un país extraño. No tengo a mi lado ni mi familia ni mis amigos. Tuvimos que aprender el español para poder confiar en nosotros mismos, estudiar, saber manejarnos en la sociedad y buscar trabajo. Ahora tengo el certificado del B2 de la Escuela Oficial de Idiomas. Estoy intentando conseguir la homologación de mi título de Ingeniera Química.

¿Cómo reacciona la gente cuando saben que eres Ingeniera y científica? ¿Cómo ha sido la búsqueda de empleo para ti como ingeniera química?

La gente se sorprende y me admira pero les digo que es normal que muchas mujeres árabes y musulmanas tengan licenciaturas pero la mayoría de la gente musulmana que viene a España no tiene estudios entonces de allí vienen los prejuicios y la sorpresa. Pero en Iraq tenemos muchos médicos, ingenieras, arquitectas, etc.

Mi título universitario no es reconocido en España por lo que tengo que convalidarlo haciendo un proceso de homologación que lleva su tiempo y sus gastos. Ádemas hay que conseguir documentos de la universidad en Baghdad y del Ministerio de Educación. También exigen unos cursos de materias que no hemos dado ya que los programas son diferentes. Es frustrante porque no puedo ejercer de algo relacionado con mis estudios, ni tan solo como profe de matemáticas de colegio o instituto porque hay que tener el título de maestría.

Cada país tiene sus normas y hay escapatoria de los procesos administrativos y la burocracia infinita. La gente se sorprende y me admira pero les digo que es normal que muchas mujeres árabes y musulmanas tengan licenciaturas pero la mayoría de la gente musulmana que viene a España no tiene estudios entonces de allí vienen los prejuicios y la sorpresa. Pero en Iraq tenemos muchos médicos, ingenieras, arquitectas, etc.

Tus hijos son buenos deportistas como lo fue su madre. ¿Cómo fue esa etapa tuya y quién te introdujo en la práctica deportiva?

Mi padre era un buen ejemplo como competidor olímpico de lucha libre. Aunque mi padre quería que me centrara en los estudios, llegamos a un acuerdo de hacer deporte hasta el bachillerato y luego enfocarme en los estudios y en el examen de acceso a la universidad. Primero me dediqué al maratón de largas distancias. Con nueve años estaba compitiendo y siempre ganaba medallas. Además, era miembro del equipo de fútbol de la escuela y jugaba como delantera hasta los 16 ños cuando tuve que sentrarme en los estudios.

¿Quienes son tus mujeres referentes que te marcaron en tu vida? En mi adolescencia la persona más cercana era mi hermana mayor. Ella siempre me daba consejos y yo los escuchaba. Y cuando tenía algún problema siempre recurría a ella. La persona que más me enseñó sobre la vida fue mi abuela (que en paz descanse). Aprendí mucho de ella. Siempre nos contaba hermosas historias y aprendimos tanta sabiduría gracias a ella. Además, aprendimos de ella a saber estar y saber hacer.

En los últimos años has tenido que tomar decisiones muy importantes para tí y tu familia. ¿Cuáles han sido?

Lo más difícil de mi vida fueron dos decisiones que me cambiaron por completo. La primera fue abandonar mi tierra natal, a mi familia y amigos y emprender un camino desconocido y arriesgado en busca de seguridad y un mejor futuro para mis hijos en un país donde pueden vivir bien y realizar sus sueños.

La segunda decisión fue separarme de mi esposo y seguir adelante en un país extraño sola con mis cuatro hijos pequeños. Esta decisión fue muy difícil pero tuve que tomarla a raíz de los muchos problemas que hubo entre nosotros. Separarnos fue la mejor solución para todas las partes. Las personas que me apoyaron y ayudaron a superarlo todo fueron mis verdaderas amistades.

¿Cómo te ves dentro de diez años? Me imagino que de aquí a diez años, nuestra vida será mejor. Podemos haber logrado algún buen trabajo y nuestra vida será estable en todos los aspectos.

Haces pasteles árabes riquísimos y sabemos que ahora en tu tiempo libre te dedicas a encargos de repostería.

Empecé haciendo tartas caseras para los cumpleaños de mis hijos. Las madres me decían que era una artista. Yo pensaba que era de broma, pero mis amigas me insistieron de hacerlo de manera profesional y me crearon un logo y el perfil en Instagram.